Rick Warren en su libro Una Vida con Propósito dice que, hacer sonreír a Dios debe ser la meta de todo creyente. Si agradar a Dios es la tarea más importante de nuestra existencia tenemos que descubrir cómo hacerlo con exactitud.
En la Biblia se menciona a un hombre que vivió para agradar a Dios, su nombre Noé. En su tiempo el mundo andaba patas pa´arriba, en total bancarrota moral. Todos vivían procurando su propio parecer en lugar de complacer a Dios. Dios no encontró a nadie en la tierra interesado en agradarlo; le pesó hasta haber hecho al ser humano. Estaba tan disgustado con la raza humana que consideró borrarla de la tierra. Pero hubo un hombre que lo hizo sonreír. La Biblia dice que: “Noé era del agrado de Dios”. Dijo: “este hombre me agrada, me hace sonreír. Voy a comenzar de nuevo con Noé y su familia”. Si tu y yo estamos vivos es porque Noé contó con el favor de Dios. Del estudio de su vida aprendemos los cinco actos de la adoración que hacen sonreír a Dios. A partir de mañana los estudiaremos uno a uno.

No hay comentarios:
Publicar un comentario